ácidos nucleicos

El conservante biológico KolplaGene es más preciso a la hora de estabilizar el ADN y el ARN a temperatura ambiente, lo que permite realizar diversas pruebas biológicas a largo plazo.

El Grupo Kolplast avanza en la investigación del nuevo KolplaGene

El conservante biológico mantuvo intactas las muestras de ARN durante 30 días a temperatura ambiente

Uno de los mayores retos en el mundo de los laboratorios es la conservación de los ácidos nucleicos (ADN y ARN) para los análisis de biología molecular. En este sentido, retrasar la degradación de las muestras biológicas es esencial para los análisis posteriores. Sin embargo, la estabilización del ARN es especialmente crítica, incluso in vitro.

Las diferencias entre el ARN y el ADN son sutiles, pero hacen que el segundo sea más estable que el primero. Mientras que en los fósiles pueden encontrarse cadenas de ADN intactas, la estructura del ARN está formada por cadenas simples, que son menos estables, más flexibles y pueden formar enlaces internos débiles.

A simple vista, el ARN está formado por una sola cadena. Su azúcar es la ribosa y una de sus bases pirimidínicas (anillo simple) es diferente de la del ADN porque tiene Uracilo en lugar de Timina. Mientras tanto, el ADN tiene una doble cadena y es intrínsecamente más estable. Y son estas variaciones estructurales las que están detrás de las diferencias de estabilidad y longevidad a la hora de conservar los ácidos nucleicos.

Las variaciones estructurales están detrás de las diferencias de estabilidad y longevidad a la hora de conservar los ácidos nucleicos

KolplaGene

Y fue con este reto en mente que la Kolplastcon su conocido perfil visionario, ha avanzado en la investigación de una nueva tecnología de estabilización del ARN para análisis genéticos y moleculares para su uso en diagnósticos in vitro, en particular, en la elevación del nivel de su nuevo conservante biológico, el KolplaGene.

La solución ya había demostrado su eficacia para conservar el ADN a temperatura ambiente durante 30 días. Y los nuevos avances la han hecho aún más precisa en lo que se refiere a la estabilización del ARN, basándose en pruebas realizadas con una sólida metodología científica.

El objetivo de las pruebas era evaluar la estabilidad del ARN a temperatura ambiente y, para ello, se utilizaron alícuotas de SARS-CoV-2 procedentes de pacientes que habían contraído COVID-19. Las muestras positivas, previamente analizadas por RT-PCR, se incubaron a temperatura ambiente durante diferentes periodos: 7, 15 y 30 días. A continuación, se sometieron al protocolo de amplificación de la transcriptasa inversa (RT-PCR) sin extracción y con extracción.

Utilizando el sistema automatizado SeeGene tanto para la extracción como para la purificación del ARN, seguido de la etapa de RT-PCR, la prueba indicó que todas las muestras se consideraron «concluyentes» y fueron detectadas como positivas por el software del termociclador. En otras palabras, las muestras permanecieron intactas a temperatura ambiente durante 30 días, lo que demuestra que la solución KolplaGene mantiene la viabilidad de diversos ensayos biológicos y reactivos a largo plazo.

Con los resultados, el nuevo producto del Grupo Kolplast El nuevo producto del Grupo va camino de ser considerado el patrón oro en el almacenamiento de muestras biológicas, necesarias para futuros fines analíticos o de investigación, dando más seguridad y fiabilidad a la información.