La prevención no es una opción, sino una obligación de todo hombre moderno e inteligente
Cuando la prevención no es una opción
Dra. Bene Fittipaldi
La idea de asociar los meses del año a la prevención de enfermedades, especialmente las más graves o crónicas, para las que, por supuesto, la prevención desempeña un papel fundamental, puede analizarse desde dos ángulos:
- La sociedad moderna presta cada vez más atención a las medidas preventivas de las enfermedades, no sólo por un acto de bondad de la propia sociedad y de pura y simple preocupación por sus ciudadanos, sino también porque, como estructura organizada, la sociedad se da cuenta cada vez más de los elevados costes que suponen los tratamientos curativos, frente a los costes mucho más bajos de las medidas preventivas;
- Es innegable que existe una mayor prevalencia de enfermedades que probablemente no se daban a los ritmos actuales de aparición, ni se diagnosticaban con la facilidad y precisión que ha aportado al proceso el desarrollo de las ciencias médicas y biológicas en general.
Y siguiendo el calendario anual, noviembre o noviembre azul es el mes dedicado a llamar la atención sobre el cáncer de próstata.
La próstata es una glándula del aparato genital masculino que comienza a desarrollarse durante la adolescencia como consecuencia de la acción de la testosterona. Su tamaño puede variar según la edad, siendo del tamaño de una nuez en los hombres más jóvenes. Su función es producir el líquido prostático que protege a los espermatozoides. Cuando se produce la eyaculación, el líquido prostático protege a los espermatozoides del entorno ácido de la vagina, manteniendo intacto su ADN. También prolonga la vida de los espermatozoides y los hace más móviles.
No es erróneo afirmar, según numerosos y respetados expertos, que si un hombre vive lo suficiente, acabará desarrollando un cáncer de próstata. De ello se desprende que la prevención no es una opción, sino una obligación de todo hombre moderno e inteligente.
En muchos cánceres, si no en todos, la predisposición genética a la enfermedad está claramente determinada. ¿Tiene algún familiar cercano con cáncer de próstata? Redoble, triplique sus cuidados preventivos
Deben tenerse en cuenta los factores ambientales que también están implicados en la aparición de otros cánceres, como el tabaquismo, la obesidad, el sedentarismo y otros. Si la opinión de los expertos descrita anteriormente es correcta, no es menos cierto que vivir provoca cáncer de próstata.
Por eso, a partir de los 40 años, todo hombre debe acudir a su médico de confianza, en este caso un urólogo, para que evalúe la salud de su próstata. El cáncer de próstata detectado precozmente es uno de los que mejores resultados terapéuticos ofrece, con un porcentaje significativo de casos completamente curados.
¡Cuídate! Tómese en serio la amenaza que supone la acumulación de años, simplemente viviendo, para la aparición del cáncer de próstata.