El método CellPreserv puede aplicarse con éxito a muestras no ginecológicas, permitiendo la concentración celular de muestras poco celulares.
Además de la citología cérvico-vaginal, las muestras obtenidas de otras localizaciones anatómicas se analizan habitualmente mediante métodos citológicos. Estas muestras pueden proceder del tracto urinario, del tracto respiratorio, del tracto gastrointestinal o de líquidos procedentes de derrames cavitarios. Las muestras obtenidas por aspiración con aguja fina (PAAF) de nódulos palpables, sólidos o quísticos también forman parte de la rutina citopatológica.
La principal característica del examen citológico es la investigación de células neoplásicas, tanto en el diagnóstico primario como en la estadificación tumoral o el seguimiento de pacientes tratados. Sin embargo, la citología también puede ser importante para descartar una lesión neoplásica, permitiendo así el diagnóstico de procesos inflamatorios o infecciosos no neoplásicos.
El método citológico de base líquida CellPreserv puede aplicarse con éxito a muestras no ginecológicas, permitiendo la concentración de células en muestras poco celulares y reduciendo las interferencias de fondo, como artefactos, sangre o exceso de mucosidad. La técnica del medio líquido puede utilizarse como procesamiento único para algunos especímenes como la orina y los derrames cavitarios, utilizando únicamente una centrifugación previa, o como complemento para especímenes de diagnóstico más complejo como el tiroides y las glándulas salivales, que priorizan los frotis en portaobjetos.
El resultado final puede ser muy satisfactorio si se añade un método que permita la adecuada conservación del material, la reducción de artefactos en el fondo y que además posibilite la realización de técnicas complementarias como tinciones específicas o pruebas inmunocitoquímicas sobre el material residual. Incluso puede procesarse para incrustaciones celulares con el fin de proporcionar diagnósticos complementarios.